Por: D.I. Derly Ferrucho. Directora creativa de Calzado Livorno
Zapatos de plataforma en amplia gama de colores: 5 USD. También te puede interesar un bolso con la silueta del animal de temporada, que llegará a tu casa en un diseño al azar y para complementar el outfit, un set de aretes en acero gratis ¡solo paga el envío!. Con el auge de las tiendas virtuales enlazadas a las redes sociales, el acceso a las plataformas de publicidad y las crecientes facilidades de créditos, sumado a varias formas pago a elegir es cada vez más común el aventurarse a comprar uno de tantos artículos con precios irrisorios que saltan a nuestra vista cuando revisamos nuestros muros en Facebook, cuando buscamos el perfil de esa famosa influencer del escándalo mediático que estalló en la mañana, o cuando hacemos la búsqueda de un regalo para esa persona especial en Google. Después de todo no hay mucho que perder, más que un par de dólares si mi compra no llega en las semanas -o meses- prometidos ¿verdad?
En realidad hay un panorama mayor que debemos tener en cuenta más allá del precio final de los artículos que adquirimos día a día. Si el precio de algún bien es sospechosamente bajo comparado a los servicios que presta o a otros bienes que se encuentran actualmente en el mercado, debe haber algo en lo que se estén reduciendo costos durante el proceso: se puede estar comprometiendo la calidad y la bioseguridad de los materiales empleados, la manufactura, e incluso el pago realizado al empleado detrás de la fabricación, así como sus condiciones laborales. No es garantía comprar en boutiques físicas o virtuales que muestran en sus llamativos escaparates precios en pesos colombianos -para nuestro contexto particular-, pues muchas adquieren sus productos en plataformas orientales al por mayor para revender. Esta situación no es nueva y la hemos visto en el mercado de los artículos de vestir, con la controversia de algunas marcas de moda rápida y la mano de obra pagada a precios ridículos en condiciones paupérrimas aunque, con la creciente conciencia social y ambiental de los clientes actuales, cada día hay más empresas que han optado por ser medianamente transparentes y mostrar total o parcialmente su cadena de producción, con direcciones de sus proveedores y fábricas.
Una buena alternativa a la hora de comprar siempre será acudir a los mercados locales: comprar en las plazas de mercado donde conocemos a campesinos, productos y productores nacionales, darle una oportunidad a los emprendimientos nacionales o que participan en ferias de esparcimiento comercial, y a pequeños empresarios o empresas consolidadas que se esmeran cada día por ofrecer objetos únicos, de calidad y sello colombiano, brindando empleo a numerosas familias con un pago justo y todas las prestaciones a las que por ley accede un empleado. Si bien a primera impresión se pueden encontrar artículos que pueden llegar a ser más costosos en términos de dinero, esto se justifica cuando conlleva a nutrir la economía nacional y el precio cubre, además de una ganancia, todo lo anterior. Ahora bien, si definitivamente caes en la tentación de adquirir un producto importado que te llamó la atención no temas en indagar más al respecto, y preguntar directamente al vendedor sobre su procedencia. Si no sabe puedes revisar la etiqueta que por norma todo producto debería tener sobre su país de origen y materiales empleados, para así tener en cuenta tu seguridad y más conciencia sobre lo que adquieres.
Acerca de la autora
Diseñadora industrial con experiencia, pasión y enfoque en el gremio del calzado, branding, dirección de arte y fotografía. En aprendizaje constante del día a día.